Tuve un fin de semana bastante interesante. Por dos días estuve alejado de la ciudad, el único sonido que existía era del viento chocando contra la copa de los arboles. La cabaña en la que estábamos era bastante confortable, a unos cuantos metros se encuentra un hermoso lago que tenia las aguas bastante agitadas. El viento aumento poco a poco y al anochecer llego la lluvia acompañada de uno que otro trueno.
Amo la lluvia la encuentro muy reflexiva, me ayuda a calmar mis pensamientos, algo que es bastante difícil tomando en cuenta que soy de esas personas que piensan en muchas cosas al mismo tiempo, y eso causa que me distraiga fácilmente.
Este fin de semana me di un tiempo para observar, para analizar, para reflexionar sobre mis imágenes y mi visión. Vi como mi trabajo personal (algo que muchas personas no vieron) influyo sobre mi trabajo comercial y quizás fue eso lo que le dio cierta personalidad. También vi como mi trabajo comercial está comenzando a afectar mi trabajo personal, no de una manera negativa pero si bastante notoria.
Mientras me encontraba sentado, levemente iluminado por un foco de 40 watts se me vino a la mente una fotografía de Gregory Crewdson. Me encontraba en una situación digna de ser planteada en una de sus fotografías. Intente imaginarme como realizaría una fotografía al estilo de Crewdson, que elementos necesitaría para que me ayuden a plantear la escena.
Varias cosas vinieron por mi cabeza, pero aun así nunca pude llegar a una conclusión, pero tengo planeado volver y realizar la fotografía, espero que dentro de un par de semanas. Ahora comparto con ustedes la fotografía del Crewdson, vean la belleza del ambiente.
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